El videoarte como elemento comercial

el videoarte

¿Qué es exactamente un videoarte? A veces nos cuesta reconocer el arte como un elemento comercial pero sin duda, en la actualidad, podría ser una de las ramas más utilizadas que goza de mejor salud.

Su ubicuidad, interdisciplinaridad, inmaterialidad y comunicación hacen del videoarte uno de los mejores elementos con fines comerciales de los que podemos disponer en la actualidad.

Podemos transmitir un mensaje a cualquier lugar, desde cualquier sitio y casi instantáneamente gracias a su ubicuidad.

Su interdisciplinariedad requiere, por parte de los profesionales del vídeo, amplios conocimientos sobre diferentes tecnologías y aplicaciones de diferentes líneas artísticas. Este amplio espectro de conocimientos hace que sea más versátil, y pueda contener las mejores características de cada una de las disciplinas.

¿Inmaterialidad? Consideramos ARTE cuando una obra genera emociones al público y produce en él una necesidad de identidad. Por tanto, podemos considerar arte solamente aquellos capaces de producirnos sensaciones.

La comunicación es la capacidad de transmitir: ser capaces de aprovechar la velocidad, el audio, la superposición de imágenes para crear un contenido que nos transmita lo que queremos hacer sentir al espectador.

 

¿Cómo hacemos de un videoarte un vídeo corporativo comercial?

Hay muchos grandes videógrafos que se dedican única y exclusivamente a vender y comercializar sus videoartes: Bill Violá, Georgina Tribuliani, Damien Krisl… Y artistas españoles como Zazo Canvas, Uri Barcelona, R.J. Sánchez… Se tratan de trabajos con tanta personalidad y estilo propio que venden precisamente por no ser la línea corporativa tradicional.

El problema de muchos de estos trabajos es la barrera de entrada frente a los clientes, especialmente el que no se aventura a arriesgar por un estilo visual totalmente diferente a lo que tenía pensado o estimado como “spot publicitario”.

Muchos trabajos que se exponen con valentía, quedan en renegados por el cliente final y el propio videógrafo los sube igualmente a sus canales personales con la etiqueta de “El Montaje del Director” o “Directors Cut”. Veamos algunos ejemplos:

C TANGANA | “Viene y Va” Directors Cut

#FasePonzano (Montaje del director)

Día del padre para DSDamat España

 

Y otros vídeos comerciales que, siendo videoarte, salieron a la luz “comercial”:

CONVERSE – Chuck Taylor “All the stories are true”

Hermès Homme | FW18 | The Endless Road

 

¿Qué clases de videoarte encontraremos?

  • La vídeo-identidad que está relacionada con las performances realizadas in situ en cualquier zona y que intenta describir las habilidades y características de las personas (aquí tienes un ejemplo)
  • El vídeo experimental que, como su propio nombre indica, busca indagar en el lenguaje propio de la imagen en movimiento y sus características tanto formales como expresivas. El principal motivo de los vídeos experimentales es intentar explicar sensaciones que no se pueden mostrar con palabras o vídeos convencionales (haz clic aquí para ver un ejemplo)
  • Videoinstalación o videoescultura. Esta usa las televisiones como material para la elaboración de instalaciones y esculturas. Podemos encontrar un buen ejemplo del empleo de la tecnología en los trabajos de Nam June Paik.
  • Vídeo-visión. Se trata de generar a través de un vídeo tu propia visión de un lugar, persona, o situación. Con las técnicas audiovisuales que más se adecuen al editor (para más información, haz clic en este enlace).

 

El videoarte como elemento comercial: ¿Por qué debemos considerarlo así?

Al igual que cualquier tipo de arte, este se puede usar para atraer al público, mostrar nuevos productos, generar interés o transmitir los valores de una empresa.

Aúna los elementos perfectos para ser todo un éxito: atemporalidad, versatilidad, originalidad, sorpresa, variedad… 

Es importante destacar que, a diferencia de otro tipo de vídeos, el videoarte requiere de la situación espacial y emocional del espectador para que tenga el efecto adecuado. Por regla general, un videoarte debe ser visto SABIENDO que se va a ver un tipo de vídeo diferente, por lo que el espectador se prepara para no recibir un contenido habitual, y sea un tipo de persona abierto a nuevos estímulos y nuevas formas de comunicación. Por ello la dificultad de que un videoarte entre en un circuito comercial a un gran público o plataforma.

Sin embargo, cualquier elemento que queramos considerar comercial, debe cumplir una premisa básica: no dejar indiferente al público. Y, sin duda, un buen videoarte lo consigue. 

Gracias al videoarte conseguimos romper barreras. En su originalidad ya tenemos la atención de nuestro público: ahora solamente debemos transmitirle nuestro mensaje.

En definitiva, aquel videoarte que es creado con personalidad propia, inteligencia comercial, técnicas no comunes, y es retenido por el espectador en su memoria durante un largo tiempo… Lo podremos considerar como vídeo corporativo comercial en base de un videoarte, y habremos conseguido el objetivo inicial de nuestra pregunta.

 

¿Quieres mostrarme tu trabajo y que hablemos de ello en los próximos artículos? ¡Escríbeme!

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Soy Víctor Marfíl
Videografo profesional

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